domingo, 20 de junio de 2010

Incoherencias en Bachillerato de Personas Adultas

Presentación

La sociedad europea reconoce que su principal patrimonio, recurso y potencial es la formación. Su objetivo para 2010 era alcanzar mayoritariamente (85% de la población) una titulación post-obligatoria mediante la formación permanente.

La LOE de 3 de mayo del 2006 resaltaba en su preámbulo la importancia de la formación permanente, en el título preliminar, cap.II, y en el título I cap. IX.

El curso pasado cursaron enseñanzas de personas adultas en Canarias 65.676 personas, de las cuales 13.020 lo hacían en Formación Básica de Adultos; por tanto el 80,17% de las matrículas registradas lo eran en enseñanzas post-obligatorias y de idiomas. Este dato indica que no se trata ni de una demanda compensatoria, ni subsidiarias del resto del sistema educativo, sino de un movimiento de superación en personas adultas que es preciso atender adecuadamente y encauzar.

El Bachillerato de Personas Adultas contó en el curso anterior con 6.023 alumnos. La tendencia de matrícula es alcista -pese a la falta de promoción- debido a la destrucción de empleo provocado por la crisis económica que atravesamos. Muchas personas se plantean ahora obtener la titulación que en su día no lograron, o avanzar en el nivel de idiomas, a fin de reincorporarse más adelante al trabajo en mejores condiciones.

El Bachillerato De Personas Adultas en Canarias

La Orden de 30 de junio de 2006 es el referente de la ordenación del bachillerato de personas adultas en Canarias (BPA). En ella se ofertan 3 opciones: Semipresencial (BSP), Distancia con Tutorización (BDT), y por Internet (BI). Analicemos un cuadro comparativo.

BSP en los IES

BDT y BI en el CEAD.

Enseñanzas descentralizadas, en 18 IES.

Centralizadas en un centro por provincia

Sin contemplarse presupuestariamente.

Dotadas económicamente.

Sin autonomía funcional, dependiendo de la dirección de los IES, en los que ostentan representación minoritaria.

Con autonomía funcional.

Impartido por profesorado al que no se exige el requisito previsto en la Orden de 30 de junio, anexo I, punto 5 (preparación específica en metodología para personas adultas, y uso de las TIC).

Impartido por profesorado al que se exige el requisito previsto en la Orden de 30 de junio, anexo I, punto 5 (preparación específica en metodología para personas adultas, y uso de las TIC).

Opción elegida por la mayoría de los alumnos.

Opciones menos demandadas. La concentración en un centro por provincia, dejan alumnos en listas de espera.

Alumnos que exigen la presencialidad, con menor capacidad de aprendizaje autónomo.

Alumnos con mayor capacidad de aprendizaje autónomo.

Autorizaciones de medios grupos (previas a la demanda real de matrícula) a los que se asigna la mitad de la carga horaria correspondiente a la materia

Ratios máximas en BDT superiores en un 250% a las del BSP y en un 285% a las del BI.

Instrumentos de evaluación tradicionales (pruebas escritas presenciales o exámenes).

Al menos un 30% de la calificación depende de instrumentos de evaluación (trabajos y actividades) no presenciales, adoptadas por acuerdo interno.

Carecemos de datos comparativos respecto al número de alumnos que aprueban por materia, el porcentaje que supone respecto a los presentados a examen, y el porcentaje de abandono respecto a la matrícula inicial. Tampoco existen pruebas externas de evaluación que permitan evaluar comparativamente la efectividad de cada tipo de enseñanza.


Incoherencias entre propósitos y objetivos de la DGFPYEA y la realidad del BPA

1. Difundir intenciones de cierre del semipresencial (BSP) cuando aumenta la demanda, sin evaluar su implantación, sin comparar sus resultados con los de las enseñanzas favorecidas por la Administración educativa (BDT y BI) desde un principio, y sin haberlos desarrollado normativamente.

2. Implantar el BSP sin ningún tipo de dotación presupuestaria.

3. Regular legalmente los requisitos para impartir estas enseñanzas (poseer preparación específica en metodología para personas adultas y uso de las TIC) y hacer dejación del cumplimiento efectivo de los mismos, sin garantizar que el profesorado cumpla el perfil exigido.

4. Regular unas ratios máximas y apelar a la flexibilidad para incumplirlas habitualmente.

5. Proclamar la atención a las necesidades educativas de la población y al mismo tiempo cercenar la demanda mediante una oferta previa restrictiva (autorizaciones de medios grupos, reducción de materias optativas, etc.).

6. Suscribir el principio de igualdad en la prestación de servicio público, que afecta a derecho fundamental como es la educación, y obligar a que entre diferentes IES se reciba distinta carga horaria en una misma materia, en un mismo tipo de enseñanzas, y por causas del todo ajenas al alumno (medios grupos), lo que afecta a la promoción educativa y profesional del alumnado (PAU, etc.)

7. Diseñar tres tipos de BPA pero un único perfil de alumnado, irreal por otra parte (se presupone autonomía, madurez intelectual, destreza en el uso de las TIC, y otras características del todo ausentes en los alumnos que cursan estas enseñanzas)

8. Aspirar a cumplir todos los certificados de calidad, y sin embargo regular ratios dispares, llegando en BDT hasta 100 alumnos por grupo (más de 400 alumnos en BDT para un profesor de materia común).


Tipo de bachillerato


BI

BDT

BSP

Horas semanales de docencia directa por asignatura

0

1

2

Ratios máximas de alumnos por grupo

35

100

40

Carga horaria semanal soportada por el profesorado de todo el bachillerato

60

45

54

Gasto en horas de profesorado para 100 alumnos

171

45

135

9. Apelar al consentido y escandaloso número de abandonos para difundir intenciones de cierre del BSP, para justificar ratios de alumnado, y para reducir la carga lectiva del alumnado (medios grupos), lo que evidencia una mala administración de recursos del contribuyente y es inconsistente con la saturación de ratios ya excesivas, pues dificulta la tutorización personalizada necesaria para combatir el abandono o fracaso escolar, y es injustificable bajo cualquier criterio de calidad educativa.

10. Gastar recursos y presupuesto en la elaboración de materiales didácticos para BI (6% del alumnado de BPA), mientras se dejan sin cubrir las necesidades de material didáctico del BDT y BSP (94% restante).

11. Proclamar que los alumnos dispondrán de Tutorías de Apoyo, dedicadas a solventar dificultades y al mantenimiento del Aula Virtual, y luego no se autoriza su impartición efectiva (medios grupos).

12. Priorizar la edición de materiales recursos y actividades para el Aula Virtuales (considerado como requisito para el profesorado). El ahorro de no encargar materiales resulta pedagógicamente muy caro, y hay contradicción con el Proyecto de Orden de organización de la oferta de FBPA, que en su artículo 5.3 recoge que la Administración Educativa ha de contar con materiales didácticos.

13. Permitir que un alumno se pueda matricular de cuantas materias desee y no habilitar un Servicio de Orientación, que le ayude a ver la inviabilidad de ambiciosos proyectos de autoformación, costeados a expensas el dinero del contribuyente, y que derive al alumnado según su perfil al tipo de enseñanza de BPA que precise. El ahorro en servicios de orientación resulta a la larga muy caro.

14. Asumir la organización de estas enseñanzas, que afectan a más de 60.000 alumnos y sobre las que se proclaman tantas expectativas, desde un minúsculo servicio dependiente de la DGFPYEA, que en términos comparativos parece no suficientemente dimensionado.